Cada día parece estar más lejos el día en que decidí dejar de fumar, no es que haga mucho, pero 11 semanas ya son semanas cuando se ha dejado de fumar. Parece que poco a poco estoy consiguiendo ganar la batalla, bueno, tampoco es que sea una batalla, al principio lo pensaba, pero a medida que pasa el tiempo veo que solo es un "pequeño sacrificio", en realidad soy o mismo el que decidió empezar a fumar, nadie me obligo, y de la misma manera he dejado de hacerlo, es por esto que ya no creo que sea una batalla, no estoy luchando contra nada, ni contra nadie, simplemente he dejado de fumar al ser consciente de que con el tiempo lo único que podía conseguir es perjudicarme a mi mismo.
Dejar de fumar me ha ayudado a conocerme a mi mismo un poco más, me ha permitido ver la capacidad para poder asumir este reto y a asumir las consecuencias de un acto que empecé en la juventud. También me he dado cuenta del gran engaño del tabaco, algo que se nos presenta en sociedad como un placer y un plus a nuestra imagen social y acaba siendo una adicción de la que mucha gente no puede escapar en toda su vida, eso si tienen la suerte de que su vida no concluya antes por culpa del tabaco.
Ahora después de 11 semanas sin fumar son muchos los días en los que ya no me acuerdo del tabaco, me he dado cuenta definitivamente que no es necesario fumar para poder realizar cualquier actividad social con normalidad, en realidad la gente que no fuma lo hace a diario y no le supone ningún esfuerzo, al final suponía que para mi tampoco lo sería. Lo más positivo de todo este periodo de tiempo son los 1.500 cigarrillos que he dejado de fumarme.
Dejar de fumar me ha ayudado a conocerme a mi mismo un poco más, me ha permitido ver la capacidad para poder asumir este reto y a asumir las consecuencias de un acto que empecé en la juventud. También me he dado cuenta del gran engaño del tabaco, algo que se nos presenta en sociedad como un placer y un plus a nuestra imagen social y acaba siendo una adicción de la que mucha gente no puede escapar en toda su vida, eso si tienen la suerte de que su vida no concluya antes por culpa del tabaco.
Ahora después de 11 semanas sin fumar son muchos los días en los que ya no me acuerdo del tabaco, me he dado cuenta definitivamente que no es necesario fumar para poder realizar cualquier actividad social con normalidad, en realidad la gente que no fuma lo hace a diario y no le supone ningún esfuerzo, al final suponía que para mi tampoco lo sería. Lo más positivo de todo este periodo de tiempo son los 1.500 cigarrillos que he dejado de fumarme.
Tras 24 años de fumador, más de la mitad de mi vida, se me hacía difícil imaginarme momentos cotidianos de la vida sin un cigarrillo en las manos. El café después de comer, las copas del fin de semana, una espera... En todos esos momentos siempre me acompañó el tabaco. Ahora ya no lo echo de menos. Ni siquiera lo recuerdo.
ResponderEliminarTambién es verdad eso que dices de que dejar de fumar te ha permitido ver la capacidad para poder asumir este reto. Te hace sentirte más seguro y dispuesto a afrontar nuevos retos que antes no te hubieras atrevido.
Un saludo.
Yo estuve 3 años sin fumar. Fumaba 3 cajetillas diarias y de la noche a la mañana lo deje, tal vez por la saturación y el exceso que me tenia asqueado a mi mismo. Era un fumador compulsivo. Lo triste es que por una situación de estrés volví a caer en el vicio pero con menos intensidad. Hace tiempo que lo estoy volviendo a intentar y espero conseguirlo, aunque con la prohibición casi me apetece fumar mas. Me fastidia como se hacen las cosas.
ResponderEliminarHola Carlos, te entiendo perfectamente, las prohibiciones o limitaciones tienden a hacer lo prohibido más atractivo, el ser humano es así... pero en este caso creo que la salud de uno mismo va por delante de cualquier prohibición, yo por lo menos cuando decidí dejar de fumar fue por mi salud, no quería encontrarme dentro de unos años sin poder disfrutar de muchos otros placeres de la vida por culpa del tabaco. El problema de esta ley es querer utilizarla para justificarse uno mismo para poder continuar fumando, diciendo que si deja de fumar algún día será por voluntad propia, no por una prohibición. Como te decía antes, creo que es mejor dejar de fumar por la salud propia, en esto no hay excusas que valgan.
ResponderEliminarTengo once semanas sin fumar, no es fácil, a veces quiero morderme un brazo, ja, ja, ja........creo que jamás olvidaré el cigarro, por eso es una adicción. Pero he decidido declinar los cigarros que podría haberme fumado, porque quiero una mejor vida en unos años, no quiero andar con aquella tos ni molestando a mi familia conque me cuiden. Cuando tenga 80 tal vez vuelva a echar humo. Ja, ja, ja..........que optimista!
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