Ahora una vez pasadas las fiestas creo que he pasado otra etapa más en mi aventura. Cuando dejé de fumar veía estas fechas, con multitud de celebraciones, una prueba bastante difícil de superar, pero también pensaba que si pasaba la navidad sin fumar tendría más cerca mi propósito.
Ya ni recuerdo lo que es la navidad sin fumar... son tantos años celebrando las fiestas con vino, cava y fumando, que la verdad hubo momentos en que se me hizo extraño ver cuando todos los que fuman salían al exterior a fumar y yo me quedaba dentro sin fumar.
En el fondo y si he de ser sincero, hubo varios momentos en los que pensé que por un cigarrillo no pasaría nada, que era navidad y solo serían uno o dos cigarrillos como mucho. Por otro lado también era consciente del riesgo que corría de volver a fumar si después de dos meses sin encender un solo cigarrillo lo hacía de nuevo. Para nada hubiera servido mi propósito si ahora en navidad hubiera encendido un cigarrillo, de nada hubiera servido esos primeros días de esfuerzo... ¿y si después de estos dos cigarrillos tenía que pasar otra vez por el mismo esfuerzo? la verdad, no valía la pena.
Ahora que ya se acaban las celebraciones puedo hacer balance y ver que no han sido ni mejores ni peores, no he pasado momentos de terrible ansiedad que no me hayan permitido celebrar cada día igual que los demás.
PD: A día de hoy he dejado de fumar unos 1.200 cigarrillos.
Ya ni recuerdo lo que es la navidad sin fumar... son tantos años celebrando las fiestas con vino, cava y fumando, que la verdad hubo momentos en que se me hizo extraño ver cuando todos los que fuman salían al exterior a fumar y yo me quedaba dentro sin fumar.
En el fondo y si he de ser sincero, hubo varios momentos en los que pensé que por un cigarrillo no pasaría nada, que era navidad y solo serían uno o dos cigarrillos como mucho. Por otro lado también era consciente del riesgo que corría de volver a fumar si después de dos meses sin encender un solo cigarrillo lo hacía de nuevo. Para nada hubiera servido mi propósito si ahora en navidad hubiera encendido un cigarrillo, de nada hubiera servido esos primeros días de esfuerzo... ¿y si después de estos dos cigarrillos tenía que pasar otra vez por el mismo esfuerzo? la verdad, no valía la pena.
Ahora que ya se acaban las celebraciones puedo hacer balance y ver que no han sido ni mejores ni peores, no he pasado momentos de terrible ansiedad que no me hayan permitido celebrar cada día igual que los demás.
PD: A día de hoy he dejado de fumar unos 1.200 cigarrillos.
Comentarios
Publicar un comentario