Dejar de fumar

Ya se acaba otro año más y la mayoría de nosotros tenemos en mente algún que otro propósito para el nuevo año. Si alguien se a propuesto dejar de fumar que no se agobie con empezar justo el día uno, si no es el uno será el dos o el tres... lo importante es que el día que lo intentemos sea el definitivo. Es inútil proponerse dejar de fumar justo el primer día del año si ya sabemos de antemano que no vamos a hacerlo. El día que vayamos a dejar de fumar tenemos que estar totalmente convencidos de ello, de lo contrario la ansiedad nos va a comer por dentro debido a que nuestra mente sabe que no queremos dejarlo. En el fondo dejar de fumar es como una partida de estrategia que tenemos que ganar a nuestra cabeza, es por esto que es muy importante estar totalmente convencido de que ya no fumaremos más cuando apaguemos el último cigarrillo . No podremos ganar la batalla si antes de empezar ya vemos que no la vamos a ganar. Yo, cuando me fumé el último cigarrillo estaba totalmente convencido

Ya que estoy contando el proceso para dejar de fumar, creo que también sería conveniente explicar los motivos que me empujaron a empezar a fumar. La verdad no recuerdo la edad en la que me fumé el primer cigarrillo, era bastante joven, eran cigarrillos robados, la mayoría del padre de un amigo que solía comprar varios cartones cuando iba al estanco, dejaba paquetes empezados por todas partes, con lo que se hacía muy fácil robar algún cigarrillo sin que se diera cuenta. Lo que no sabía en esa época es que estos cigarrillos iban a marcar un antes y un después. Supongo que a muchos de los que habéis empezado a fumar os a pasado algo similar, la inocencia de esa edad impide ver que esos cigarrillos van a ser determinantes para ser un fumador. Lo que si recuerdo de esa época es el motivo que me llevó a fumar esos primeros cigarros, quería ser mayor!!! si, si, cuando estaba creciendo quería hacer cualquier cosa que pudiera acercarme más a la madurez... ahora ya hace un tiempo que pienso tod

Estando en la sala de espera de la consulta del médico he experimentado algo que ni recordaba, el olor a tabaco. Me explicaré mejor, a llegado un hombre que a pasado por mi lado desprendiendo un fuerte olor a tabaco, supongo que antes de entrar se había fumado un cigarrillo y al entrar aún conservaba ese fuerte olor característico de los fumadores, ese olor es el que no recordaba. Claro no podía, yo siempre debía hacer ese olor y por eso se me hacía imposible notarlo. Ya me había ocurrido alguna vez en el trabajo, cuando por la mañana me fumaba un cigarrillo con el café de la mañana, me lo fumaba fuera en la calle, pero algunas veces al entrar, alguna de mis compañeras me había dicho que olía muchísimo a tabaco, pero claro, para mi era imposible percibir el más mínimo olor a tabaco, formaba parte de mi. Ahora es cuando empiezo a entender la sensación que debían tener las personas no fumadoras más cercanas a mi cuando me acercaba a ellos.

Cuando me planteé dejar de fumar no tenía muy claro como podía afrontar el proceso, quería tener éxito y además no tener que sufrir en exceso la falta de nicotina. Ahora que creo haberlo conseguido definitivamente, veo que el planteamiento de muchos de los fumadores es el equivocado y por eso no llegan a conseguirlo. Para mi lo esencial se resume en tres pasos. El primero es el convencimiento absoluto de querer dejar de fumar , sin esta primera premisa es muy difícil conseguirlo, lo único que conseguiremos es ponernos cada día que pase más ansiosos, nerviosos y malhumorados maldiciendo el día en que decidimos dejar de fumar, además si no lo tenemos del todo claro, nuestra cabeza estará pensando que es una prueba para ver cuanto tiempo podemos aguantar sin fumar, pero en ningún momento pensará que ya no fumaremos nunca más. El segundo paso, aunque parezca evidente, es dejar de fumar. Si escribo este paso es por mi experiencia y creo que la de muchos fumadores, están convencidos que q

Ahora que ya no fumo soy mucho más observador con los hábitos y costumbres de los fumadores, quizás es por mera curiosidad, quizás por encontrar un motivo que me explique como pude estar tanto tiempo enganchado al tabaco, pensando que sería imposible dejarlo. Ahora me fijo mucho más en la gente que hay fuera de un local fumando, en el balcón de su casa (ahora en invierno no creo que nadie pueda decir que es un placer...), al dar el primer sorbo a un café por la mañana, el cigarrillo de quien espera... cuando paso cerca de alguno de estos fumadores me pregunto a mi mismo cual fue el motivo que me llevó a pensar que no podría dejar de fumar. Hoy hace 6 semanas que dejé de fumar y ya he llegado a un punto en el cual no necesito el tabaco para nada, ni hay situaciones que me sean más complicadas de afrontar sin un cigarrillo. Estoy contento, puedo pasar los días sin notar la adicción que me consumía cada día poco a poco. Cuando me planteé dejar de fumar creía que un mes y medio sin fuma

El gobierno va a subir un 24% los impuestos sobre el tabaco. Ahora al haber llegado hasta el día de hoy sin fumar me alegro de no tener que volver a comprar tabaco después de leer este tipo de noticias. Antes cuando fumaba y subían el precio del tabaco siempre me decía a mi mismo que quizás era el momento para dejar de fumar, pero la realidad era otra... seguía fumando y me acostumbraba al nuevo precio con bastante facilidad, en realidad creo que hubieran tenido que triplicar el precio de golpe para darme cuenta de que era una barbaridad. En una ocasión, en una de estas subidas de precio del tabaco, cambié de marca de tabaco, esa marca que tantas "alegrías" me había dado, esa que me había acompañado en tanto momentos de alegría y de soledad durante mi vida, ahora la abandonaba por 15 céntimos.