La verdad es que casi ni me acuerdo, cuando no han pasado ni las tres semanas que dicen necesarias para que el cuerpo deje de necesitar la nicotina, ya casi ni me acuerdo que la necesito. Pensaba que este periodo se me haría más largo y duro, que no podría superarlo, pero ahora que he llegado hasta aquí veo que ni ha sido tan difícil, ni tan largo, como en un principio creía. Parece increíble que haya estado tanto tiempo para decidir si dejaba de fumar o por el contrario ya encontraría otro momento, ni yo mismo me lo puedo creer y me estoy dando cuenta de que al final lo que cuesta más es ese momento para empezar, después una vez convencido de que vas a hacerlo y ves que lo estas consiguiendo, la sorpresa es ver que no es tan difícil. A parte de la necesidad de la nicotina, el resto esta todo en la cabeza, si consigues superar las situaciones sociales que te han hecho fumar toda la vida, cada día que pasa te supone menos esfuerzo no fumar. Ahora que ya me estoy dando cuenta de que es posible volver a vivir sin tabaco, recuerdo alguna noche en la que me había quedado sin tabaco, tenia que salir de casa a comprar. De estas noches, me acuerdo de una en especial en la que la gasolinera donde iba ya estaba cerrada, tuve que ir al centro de la ciudad, en el primer bar no tenían cambio, en el segundo la maquina estaba estropeada... finalmente en el tercero conseguí comprar tabaco. Ahora veo estas situaciones como parte de una película cómica. En esos momentos creo que era más el pánico de no tener tabaco que el fumar lo que me hacia salir de casa a comprar tabaco.
Ayer os dije que iba a contar como fue mi último cigarro. La verdad, cada vez que pensaba que iba a dejar de fumar no me imaginaba como sería fumarse un último cigarrillo, supongo que la idea que tenía es que se me haría demasiado corto, no sabría si dar más caladas para ingerir más humo o por el contrarío intentar que no se quemara demasiado rápido para que el momento se hiciera más largo, casi eterno. También pensaba donde me lo fumaría, supongo que si lee esto un no fumador tiene derecho a reírse y pensar que menuda estupidez, pero para un fumador es una situación que tiene mucha importancia. Bueno, en cuanto al lugar donde fumar ese último cigarro, era difícil de decidir, no podía ser un cigarro andando por la calle pendiente de otras cosas, ni en una parada de autobús mientras veo como llega el mío y aún no he fumado ni la mitad, no podía ser así, tenía que ser un momento en el que dedicase toda la atención del mundo a ese cigarro y además tenía que disponer del tiempo suficiente...
Tienes toda la razón, lo más difícil es decidirse y perder el miedo a la dificultad y el fracaso. con el tiempo una simple palabra se volverá parte de tu credo "NO", monosilábica y simple. pero cada vez que la digas verás como tu espíritu se fortalece al aprender a negarte. En mi caso en particular fue una prueba de carácter y conciencia y automáticamente, junto con el no al cigarrillo, mi personalidad empezó a cambiar. Objetivos que se aclaran, la autoestima sube y te crees capaz de realizar más cosas.
ResponderEliminarPD. eres capaz de realizar lo que quieras ya no dependes de nada. ;) éxitos y suerte en esta empresa y cualquier otro emprendimiento que hagas.