El otro día vi en la televisión un reportaje sobre empresas que hacen estudios a fumadores, con los cuales determinan si tienen mayores posibilidades de contraer enfermedades derivadas del consumo de tabaco. Estos análisis no nos dicen con exactitud si vamos a contraer alguna enfermedad, ni cuando podríamos contraerla, solo nos dice si estamos dentro en el porcentaje medio de posibilidades o por encima de este.
Con estos estudios, alguno puede llegar a pensar que es toda una suerte estar dentro de la media, que no tiene más posibilidades, el problema es que la media de fumadores que contraen enfermedades relacionadas con el tabaco es muy alta. Es jugar a la ruleta rusa con más o con menos balas, pero aun así es un juego bastante arriesgado. Estos estudios van muy relacionados con lo que contaba en mi anterior post sobre la invisibilidad de los mensajes de advertencia en las cajetilla de tabaco.
La existencia de estas empresas denota la necesidad de mucha gente de poder escuchar a alguien que le diga que fumar es malo, en su subconsciente ya lo saben, en las cajetillas se lo vuelven a advertir, pero aun así siguen fumando y pagan para que alguien les diga que quizás tienen mayor posibilidad de contraer alguna enfermedad derivada del consumo del tabaco, siendo esto lo único que frena a mucha gente a continuar con esta adicción. Cuando fumaba, también pensaba que no iba a tener tan mala suerte de ser yo precisamente el que cayera enfermo por culpa del tabaco.
Con estos estudios, alguno puede llegar a pensar que es toda una suerte estar dentro de la media, que no tiene más posibilidades, el problema es que la media de fumadores que contraen enfermedades relacionadas con el tabaco es muy alta. Es jugar a la ruleta rusa con más o con menos balas, pero aun así es un juego bastante arriesgado. Estos estudios van muy relacionados con lo que contaba en mi anterior post sobre la invisibilidad de los mensajes de advertencia en las cajetilla de tabaco.
La existencia de estas empresas denota la necesidad de mucha gente de poder escuchar a alguien que le diga que fumar es malo, en su subconsciente ya lo saben, en las cajetillas se lo vuelven a advertir, pero aun así siguen fumando y pagan para que alguien les diga que quizás tienen mayor posibilidad de contraer alguna enfermedad derivada del consumo del tabaco, siendo esto lo único que frena a mucha gente a continuar con esta adicción. Cuando fumaba, también pensaba que no iba a tener tan mala suerte de ser yo precisamente el que cayera enfermo por culpa del tabaco.
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