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El límite del tabaco

Ayer hablando con una compañera de trabajo sobre el tabaco, ella me contó que su marido había tenido que dejar el tabaco forzosamente por un grave problema en los pulmones. Además a raíz de esto, ella se entero de que su marido ya hacía tiempo que arrastraba problemas en los pulmones, cosa que él nunca le había comentado, el siempre pedía hora para la visita del médico cuando ella trabajaba, así siempre podía ir solo. Supongo que en el fondo pasa lo mismo con casi todos los fumadores, siempre creemos que a nosotros no nos va a tocar, que nosotros vamos a ser unos de los pocos afortunados a los que el tabaco no les va a afectar. El marido de mi compañera, debió pensar que sería algo pasajero, que si se contenía un poco y no fumaba tanto como antes el problema se solucionaría por si solo.

Así es como funcionamos la mayoría de las personas, siempre pensamos que es prácticamente imposible que nos pase algo malo, de esta forma supongo que es más fácil tirar hacia delante, ya que si realmente pensáramos que el tabaco está acabando con nuestra salud seriamos incapaces de encender otro cigarrillo. El caso de mi compañera es real, no es una de esas historias lejanas de las que podemos tener la duda de que sean ciertas. El problema del tabaco es que en la mayoría de los casos, cuando se ha encontrado el límite ya es demasiado tarde, ya no hay vuelta atrás, y en ese momento, dejar el tabaco quizás ya no sea una solución.

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